sábado, 15 de agosto de 2009

Marketing directo

(Octubre de 2007)

No más ciudadanos
dijeron.
No más res pública
vociferaron.
Consumidores
nada de votos.
Sólo líneas de créditos
mientras sea bajo el riesgo, claro.
Sino, paguen el interés correspondiente
esa comisión al miedo
de que no paguemos.

Mientras, se pelean
la portada de Capital.
Solemnes descarados
para decir autorregulación
mientras el resto
se financia el buche
endeudando el futuro.

Bonita la cueca
con zapateo a mi alma.
Ahora el segmento de los pobres
es el más rentable:
pagan para que no les corten la luz
ni les cierren la línea,
pateando la pelota
hasta por cuatro años.

Se comerán la cola
después de un tiempo.

Lord Keynes no andaba tan perdido
y el ciclo se cumplirá.

Que los pillen confesados
cuando se caiga el castillo de naipes.
Que los pillen al otro lado
del canal San Carlos
cuando la rabia
se tome la calle.
La autorregulación del mercado
será precisa:
las piedras quebrarán los vidrios
el fuego iluminará la noche
y el miedo será consigna
perdida en thermocéfalos
adoctrinados por el reguetón.

viernes, 14 de agosto de 2009

Colilla abandonada

Ya no me reconozco
a ninguna
hora del día.

El ascensor espejo
al final de la jornada
me tira las orejas
me advierte del suicidio
que cometo a diario.

Mientras tanto
desafío inteligencias
me sumo a la carrera inepta
Anestesio la jornada
asumiendo el carril que he tomado.

Ni siquiera es venderse
Es rendirse.

En el espejo
del ascensor solitario
descubro una mueca
-entre arrugas que asoman
entre canas plateadas-
y escucho el alarido
calmado.
Sólo miro.
Me arreglo el pelo
apreto el cinturón
y salgo.

Y así
camino cerca de tu calle
simulando que ignoro
tu potencial presencia
Neutralizo las ganas
y ya ni siquiera
levanto la vista
a tu ventana acorralada
Me limito a apagar
el cigarro sol
con dureza apurada.

Prosigo.

Ni siquiera es venderse

Ni siquiera eso.

Rendirse
es irse apagando
como la braza
de mi colilla abandonada.