jueves, 24 de enero de 2008

Atención al mesón

Las maduras secretarias
de los Secretarios de la Corte
son buenas chatas
cuando sonríes
y sin apuro les preguntas
¿Cómo esta Usted hoy?
Y no le pides el expediente
hasta que ellas te preguntan
en qué te pueden ayudar?
(-Busco la felicidad
les respondo,
pero tal vez aquí no esté en letra-
y a ellas se les ilumina la cara
y se sonrojan, felices)
Mujeres maduras,
anhelantes de otros tiempos
cuando los caballeros caminaban lento
y las mujeres les tomaban del brazo.

Yo conozco sus secretos
sus anhelos
y las miro directo a los ojos
y evoco una cortesía de familia antigua
todo
todo
para mi mezquino interés
de que me atiendan bien
y rápido.

viernes, 4 de enero de 2008

Eterna braza

Eres un braza encendida
aparecida en mi camino
fulgurante
edulcorada.
Te mantienes patente
contienes mis ganas
Y yo te aprecio
fuego eterno
multiplicada en vidas
resonante desde las pasadas.
¿Qué hace que aparezcas
en sueños
hablándome
tocando mi cara?

Eras un burbuja
y Nueva York estaba en blanco y negro
Luego en una esquina de Recoleta
a las siete de la mañana
me dejabas
impregando de tu risa
de tus vapores felices
consolado
con tu despedida
que sonaba a eterna quedada.
Palpitas desde siempre
cerca de mí
agua al agua.
¿Qué mensajes traes de lejos?
O eres el cuerpo de la carta?

Luminoso sol
calor fulminante
eterna marca
te llevo en el pocket
calor en mi palma.

Dios del pueblo

Dios de los pobres
dios con minúsculas
agazapado entre nos
consuelo infinito
calor de compañero.
Dios de los pobres
que aún no te comprendemos
que aún no justificamos
la maraña de tus misterios
ni de de las afrentas
que se sufren en el camino.
Oh Dios de los pobres
que te recuerdo
cuando comienzo a dejar
de ser pobre
y te extraño
y ya no me atrevo a pedirte
nada,
acuérdate de los que sufren
y ya no te dirigen la palabra.
Acuérdate
de los que no te recuerdan
de los que te escupen la cara.
Acuérdate de los que caminan
y que yo con gusto
el camino acompañara.

Dios de los pobres
sin venganza
puro consuelo.
Dios de los pobres
palpitas
hablas
y yo
ahora
arrepentido
te vuelvo la cara.
Dios que andabas en nuestras micros
Dios que te endeudabas
y yo no te daba la cara.
Dios de pueblo
Dios de masas
Dios de sudores
de lágrimas
Dios de las veredas
de las cocinas engrasadas.
Dios
hoy te rezo.
Dios
hoy me encaras.