Mira
Esos sí que tenían
lo que hoy llaman cojones
Un ejército hipnotizado por la entrega
a veces con discuros
a veces con entrega no más
Tenían bolas los que se las jugaron
por entregarse en anonimato
sin trascendencia
ni prebendas
por dejarlo todo en el pavimento
y sus dibujos de alquitrán.
Cierra los ojos
y piensa en radio a tubo
imagina en TV en blanco y negro
en un living improvisado
con bancas de madera
y tarifas por horario...
Vamos a ver tele
me decían el Moncho
5 escudos hasta las noticias
hasta cuando Tevito nos mandaba a dormir
-y nos dormíamos a esa hora!!
con Pinpón
en la retina.
Teníamos cinco años
y asomé la nariz
a ese mundo encantado
al reino de los bigotes mexicanos
y Angel Parra y los suyos cantaban
"Eñ día que yo me muera
quiero un velorioooo...
con cuatro velitas al viento
y un vejestorioooo..."
a ritmo de refalosa.
Y los carteles amarillos
y la identidad AM que teníamos todos
Y eso que mi familia era rubia
Estábamos todos invitados
a la fiesta
de dar a quien necesitara
y a cada uno pedir
según su capacidad
Era sencillo:
recibíamos dos kilos de lehe
en polvo
mantecosa
y dulce
que rompíamos
clandestinamente
camino a Casa.
Dos kilos de leche
cada niño escolar
todas las semanas!
Eso no era dogma
ni menos panfleto
Eran dos kilos de leche
por entre primero y segundo
básico.
Así comenzamos a leer
y a escuchar a una profesora
emocionada hasta las lágrimas
que no olvidáramos
nunca
que con ese sueño
por primera vez tuvimos leche
todos los días de la semana.
Eso era
ética
Etica
ETICA
Era usar la cabeza
el desprendimiento libre
de asociadas ideas
de lo bueno
de lo puro
de lo equilibrado.
Pues bien,
a todo eso
teníamos cinco años
Nos íbamos y nos veníamos
de pie para/del colegio.
No había opción
ni siquiera pensar en el riesgo
de 11 cuadras que en realidad
estaban pintadas de sereno
de rayados y colores
de símbolos eternos
De esquinas de abode
de Mejoral
de los Monza negros
Pero nos castraron
estos perros:
nos flashearon el cerebro.
Eso.
Gracias.
Se pasaron.
