Resulta que siempre fuimos lo correcto, siempre estuvimos latiendo en las esquinas y en los mesones de los almacenes. Que el hilo conductor de la cultura real estaba en las papas cocidas y en las libretas de fiado, en los descuentos por planilla y las suelas de los zapatos gastados. Nos consumen copando iglesia, medios y aulas (Avanti Gramsci!), y nos encierran en cubículos que se llaman iglesias, medios y aulas (Foucault il's apelle, Mademoiselle).
Pero ahora nos cocinan con las líneas de crédito inagotables, las tres cuotas sin intereses (con comisiones imperdonables) y nos retratamos comiendo basura en el food garden tan cool.
Parra: sacúdenos cuando estés en tu cripta.
(video sobre los orígenes de la antipoesía, según Nicanor Parra)
viernes, 21 de septiembre de 2007
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