jueves, 21 de mayo de 2009

Ergo sum Cenicero


Me encontré
una colilla de cigarro
en el ombligo.
A medio fumar
el cilindro de papel
quebrado.

Me encontré
un pucho
a medio quemar
en mi centro
Un testigo
de la combustión
pasada.

No pude encenderlo.

El filtro
estaba mordido
y besado


Reconocí
tu lápiz
labial.

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