
Qué va a haber límites
golondrina iconoclasta
si el vuelo es la negación
de la distancia
la virtud del imprudente
y gozo imprudenciando
tu paciencia
de mujer enérgica.
Qué va a haber fronteras
si tu fuerza
-bendita pasión incombustible-
se me enreda en las palabras
y en las noches como esta
la comisura de tus labios
que tengo impregnada en las neuronas
me invita a la vigilia
alumbrado por el sol
de la braza del cigarro.
Te saco a volar
cuando quiero
porque quiero
hacerme imborrable
frente a tu templanza citadina
a tu instinto de madre buena
a tu hand made control
que sin embargo
me provoca.
Sin que te enteres
me levitas
y a las horas de la noche
en que tu mundo es de día
me como las uñas
balbuceo una que otra línea
No corrijo ni una puta letra
y me siento
una vez más
-volando-
a esperar.